¿Cómo Funcionan Las Calculadoras de Nieve? Una Mirada a Su Precisión en ColoradoEricks Webs DesignEricks Webs Design

Por Karen Gutierrez, Univision
Denver, Colorado — 3 de diciembre de 2025

El invierno en Colorado no solo trae nevadas, sino también una de las preguntas más comunes entre estudiantes y familias: ¿habrá snow day mañana? Aunque muchos todavía recurren a rituales clásicos como colocar cubos de hielo en el inodoro o usar pijamas al revés, las calculadoras de nieve han cobrado popularidad como herramientas digitales que prometen una mayor precisión en la predicción de los cierres escolares. Pero, ¿qué tan confiables son estas herramientas y qué ciencia las respalda?

Un fenómeno digital que comenzó como un proyecto escolar

Las calculadoras de nieve existen desde hace tiempo, pero su evolución tecnológica ha revolucionado la forma en que se anticipan los cierres debido a las tormentas invernales. Una de las más reconocidas, “Snow Day Calculator”, fue creada en 2007 como un pequeño proyecto de un estudiante de secundaria. Lo que comenzó como un experimento sencillo —introducir datos climáticos básicos para estimar la probabilidad de un snow day— se ha convertido en una herramienta ampliamente utilizada a nivel nacional, accesible para millones.

Según un sitio citado por KDVR, esta calculadora “ahora utiliza datos del Servicio Meteorológico Nacional para predecir la posibilidad de un snow day en cualquier código postal de Estados Unidos”, integrando factores como la intensidad de la tormenta, la velocidad del viento, las temperaturas, los pronósticos de hielo y registros históricos de la zona y del distrito escolar. La plataforma estima atraer a más de 5 millones de usuarios anualmente, alcanzando “100% de precisión en algunas localidades”, lo que refleja la creciente confianza de padres y estudiantes.

Datos, ciencia y modelos avanzados detrás del porcentaje final

A pesar de su apariencia sencilla —un porcentaje que indica la probabilidad de un cierre escolar—, las calculadoras de nieve consideran múltiples variables meteorológicas que van más allá de “cuánta nieve caerá”. Los algoritmos analizan:

• Momento de llegada de la tormenta
• Intensidad prevista de la nevada
• Temperaturas antes, durante y después del evento
• Velocidad del viento y formación de hielo
• Historial de decisiones del distrito escolar

La combinación de estos factores permite estimar, con base científica, si las condiciones serán lo suficientemente severas como para justificar un cierre o retraso.

La nueva generación: calculadoras con inteligencia artificial

Otra herramienta relevante es la calculadora desarrollada por ProtonReader, que incorpora inteligencia artificial para realizar análisis meteorológicos más sofisticados. Según KDVR, esta plataforma utiliza “patrones históricos de decisiones del distrito y proyecciones actuales de modelos de pronósticos”, además de integrar datos de NOAA, Weather.gov y diversos modelos de predicción.

Este sistema analiza escenarios de tormentas intensas, temperaturas bajo cero, acumulación de nieve pesada, lluvia congelante y condiciones de hielo en carretera. Esto la convierte en un pronosticador más robusto, especialmente útil en regiones donde el clima puede cambiar rápidamente.

Snow Day Predictor: popular pero menos transparente

Otro recurso común es Snow Day Predictor, que —según KDVR— “no tiene una metodología escrita detrás de su funcionamiento”. Esto no implica que sea inexacta, pero su falta de documentación dificulta conocer la profundidad de su análisis. A pesar de esto, muchos estudiantes la consultan por su facilidad de uso y popularidad.

Entre la ciencia y la superstición

Aunque estas herramientas están fundamentadas en datos reales, siguen siendo estimaciones. KDVR menciona que “aunque las calculadoras de nieve pueden parecer poco fiables, hay mucho que ocurre detrás de las fórmulas”. Por ello, aunque los porcentajes pueden guiar a las familias, la decisión final siempre recae en los distritos escolares, que consideran condiciones locales, disponibilidad de transporte y seguridad general.

Y, como concluye el informe, tal vez no esté de más combinar lo mejor de ambos mundos: “añadir algunas supersticiones clásicas no hará daño”. Porque, si bien la ciencia ayuda, el espíritu del snow day continúa ligado a la esperanza.